Cicatrices

Hablar sobre algo que todo el mundo conoce no es nada fácil. Nuestra inefable fragilidad es una construcción de mil cicatrices pasadas, y las que nos depara el futuro inexorable. Pero quiero darle la palabra a alguien muy especial para mí:

«Las heridas incurables que recibe el corazón son la contraprestación natural que las personas tienen que pagar al mundo por su independencia». Haruki Murakami (De qué hablo cuando hablo de correr)

Poco me queda añadir a lo dicho. Pero veamos cuales son las cicatrices más importantes en el mundo que nos rodea, desde mi modesto punto vista, claro está…

Las del cuerpo: Son las marcas que el camino de la vida ha ido dejando en nosotros. Las más visibles, las menos dolorosas, y a veces las más hermosas como la de una cesárea en el vientre de una mujer (mi madre tuvo 3 cesáreas). Todos los llevamos, y muchos con orgullo, son las «heridas de la guerra de la vida». Estas son las mías.

Rodilla derecha
Rodilla izquierda
Brazo izquierda

La condena de la carne, pero la estupenda Ile lo cuenta y canta mucho mejor.

Las de la familia: Las más injustas por cuanto afectan a adultos y especialmente niños, los más inocentes, los más vulnerables, los más dañados. Nunca viviré lo suficiente para pedir perdón a mis hijos por las heridas que yo les he causado. La vida duele y hiere hijos míos, y a veces los que más os amamos somos los que más os dañamos.

La inconmensurable Tracey Thorn hablando sobre el dolor y las heridas del mayor drama silencioso de esta sociedad. Quien se encuentre libre de pecado, que tire la primera piedra, y no seré yo…

Para quien quiera ver una historia de heridas abiertas y desgarradas con la maravillosa Amy Adams, sobre el dolor que la familia puede infringir. (HBO)

Las del alma: Los desengaños de pareja, las traiciones, el abandono, la mentira, el egoismo, la maldad por la maldad. Estas son la más numerosas, las que tienen más caras, las menos visibles, y las más dolorosas a nivel personal, las que llevamos en silencio, tras la coraza que nos ponemos muchas veces para vivir. Tampoco he conocido a nadie que no arrastre alguna(s).

«Mientras las lágrimas brotaban a granel… en esa zona a donde arruga hasta el dolor…»

Maravillosa canción de Bajofondo, con una portada de disco de las que quitan el hipo…

Las de una nación: La guerra, la dictadura, el terror, la muerte, la tortura, la invasión, la destrucción de una identidad, el aplastamiento del otro, del diferente. En mi imaginario, dos ejemplos me llaman la atención por encima de muchos otros.

Argentina y su dictadura – a través del tango electrónico y cosmopolita de Gotan Project (Arrebatadores)
Irlanda y su grito de libertad, tras más de 800 años de opresión inglesa

Es un ejercicio libre el poner cara y nombre, a todas la heridas y cicatrices que acucian a este mundo, estas son las que habitan en el palacio de mi memoria, y como despedida:

«Sin embargo, a medida que uno acumula años, poco a poco va adquiriendo conciencia de que esas heridas y ese dolor son, en cierta medida, necesarios para la vida». Haruki Murakami (De qué hablo cuando hablo de correr)

6 respuestas a «Cicatrices»

  1. Si has llegado a aceptar como válida la máxima de que “Quien bien te quiere te hará llorar” has llegado al punto perfecto para entender a quienes alguna vez te han recriminado tu postura aún cuando te sintieras atacado porque lo hacían porque te querían.

    Supongo que ahora escucharás y tomarás en valor esos consejos que antes te parecían ridículos e hirientes y sobre todo que no le darás ya la espalda a las personas que lo hicieron. Se lo merecen como mínimo y ellos o ellas sabrán valorar tu nuevo posicionamiento.

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