“Yo no fotografío el mundo tal como es, sino tal como me gustaría que fuera. Toda mi vida yo me divertí, fabriqué mi propio pequeño teatro”. Toda una declaración de intenciones de este inmenso fotógrafo francés. Encontrar el placer en todo aquello que nos rodea, y que en muchísimas ocasiones no le prestamos la atención que merece. Porque la grandeza de la vida está en las pequeñas cosas.
Robert Doisneau es mundialmente conocido por sus imágenes de la calle y el registro de la cotidianidad francesa desde una visión poética y humana. Sus temas favoritos son los suburbios, la campiña, el humor, la pasión, la guerra y los niños, los cuales son abordados desde una perspectiva urbana. Sus fotografías han llegado a ser iconos de la vida de París.
Un juego infantil bajo el arco metálico del mundo.
Sorteando con estilo las trabas que nos pone la vida.
«Vuelvo
Voy a volver otra vez
Ni siquiera lo viste
Que me habia ido entonces…»
Estupendos los Autor de Lucie, y maravillosa la voz de Valérie Leulliot.
El beso robado entre la multitud.
Un sonido de otro tiempo, de otra época, no sé si mejor o peor, pero está cargada de melancolía.
Esperando bajo el cielo de París, quizás lo que nunca va a llegar.
Famosísima canción versionada cien veces.
El pequeño gran teatro de la infancia.
Una pequeña gran maravilla (esta en inglés) de una nieta del inmenso Françoise Truffaut.
Como decía Hopper, la mirada de esa mujer ausente, como varada en el tiempo, sin ser consciente de lo que le rodea, con esa expresión de búsqueda interior, ajena a la mirada de deseo animal. Así es nuestra vida de adultos, hecha de gestos, de miradas, de ausencias, de soledades compartidas, de recuerdos de algo que se perdió sin remedio…
Este post ha sido enormemente fácil, todo lo ha hecho Doisneau.
Solitud. Diario de un naufrago existencial 
Una mala noticia: El beso no fue robado, fue todo un montaje. El arte y sus malas jugadas. Por eso no creo firmemente en nada, salvo en algunas capacidades personales forjadas con constancia y lucidez. Hada de ídolos de barro.
La vida NO ES inexorablemente hecho de gestos, de miradas, de ausencias, de soledades compartidas, de recuerdos de algo que se perdió sin remedio. Eso no es sino tu DEPRESIÓN y la necesidad de arroparte de más dolor. Porque eso es la depresión, entre más cosas,y de hacerte acompaña de esos detalles.
La depresión, que no la vida, no te deja ver que es también esperanza en el futuro, que siempre haya algo más que ver en el camino que sigue, que no hay ni último tren,ni final feliz de cuento, sino continuación en la experiencia de vivir, de disfrutar, de narrar, de compartir, de cambiar de ropajes (que no de engañar), de superación …..VIVIR EN GRANDE., no ampararse en el dolor y el malestar.
Me gustaMe gusta
Estimado amigo, creo que has leído con detenimiento el post. En la primera frase Doisneau explica lo que era su arte, el montaje que él hacía de lo que le gustaría ver, ergo no es un impostor, el mismo lo reconoce. Alguien muy sabio dijo que es imposible hablar sobre otros si no estamos «en sus zapatos». Tengo 48 años y medio, se lo que es la vida, se lo que es la depresión (desgraciadamente), vivo sólo atendiendo un negocio y criando dos hijos en custodia compartida. Yo elijo el «decorado» de mi vida, no me refugio en él dolor y la depresión, son mi compañía, pero lo que sale a este blog es el bagaje de casi 50 años de vida.. Aquel que no espera nada a nada le debe temer. Si no entiendes lo que te digo, te falta mucho camino por recorrer todavía, y deja que los demás (lúcidamente) elijan el camino que deseen. Como siempre un placer.
Me gustaMe gusta
Te hago una pequeña narración para hacerme entender.Yo entiendo en las palabras de Doisneau, cámara en mano iba caminando por callejuelas de Paría acechando con su visor esa instantáneas que le parecían ejemplos nítidos de lo que él consideraba belleza. Vamos que estaba en la plaza, sentado en un café mirando que no viendo y por casualidad, pasaron dos personajes besandose arrebatadoramente y pudo y supo captarlo. Yo no veo por sus palabras que buscara a dos actores y a modo de grabación cinematográfica dijera: “se rueda” y captuara una y otra vez hasta encontrar la belleza. A esto ultimo es a lo que refería. Y es lo que pasó más o menos. Por eso, personalmente valoro más, por su trabajo, a los reporteros de guerra o a quienes acuden a ella en busca de LA IMAGEN que a otros, porque realizan un trabajo más difícil y por ello le doy un grado superior de belleza en lo negativo del ser humano que me impresiona.
Vives difíciles circunstancias, porqué negarlo o maquillarlo. Ahora bien, créeme o no, hay quienes para ellos eso que dices es pecata minuta, te lo cambiaban ya, sin pensarlo. Y te aseguro que no se rodean de ese decorado. Se puede tratar de tu personalidad o de algo más complicado de analizar aquí.
Efectivamente las comparaciones son odiosas y cada dolor es dolor. Pero yo que me pongo en el calzado de otros, te aseguro que, es grave, pero se lleva siempre que se tenga entereza. Pero es que tú mismo hablas de depresión, y entonces,….
Seguro que has conocido o conoces a personas en mal estado que enfrentan la vida con otra cara a como tú lo haces. Y no te has planteado que si esa fórmula vale, porqué no repetirla. Si alguien con solvencia te aconseja, porqué no llevar a cabo sus recomendaciones en pos de remodelar el decorado. Quizá con cambiar la posición de algún mueble, entre más luz.
No sé, no sé yo creo que eso de que te corrijan es algo que no va contigo y puede que tenga que ver con eso que has contado de que se burlaban de ti de pequeño. Quizá eso te haya afectado hasta el punto de desconfiar hasta el extremo y de no saber distinguir quien te quiere bien y quien no.
Pues sí así fuera, mira quien ha estado ahí a pesar del desprecio o del dolor que le hayas causado. Quien, si le dices ven, si dejarlo todo (sería malo para esa persona) se alegraría de que quisieras quedar alguna vez con ella.
Me gustaMe gusta