Lost Men

«Soñaba con ser querido….sólo en mi habitación comiéndome una chocolatina, sintiéndome como un chaval normal…y era lo único dulce de mi vida.»

Así comienza Don Draper a quitarse la armadura en la que ha estado parapetado toda su vida, ante todos en el último episodio de su 6ª temporada.

Algún crítico comentó que es la serie en la que no pasando grandes cosas, es en la que más cosas están pasando. Profundísimo drama sobre la decadencia del «amercian way of life». Un universo lleno de soledades, traiciones, desengaños, amargura, desencanto, y sentimiento de pérdida en la capital del mundo. Ambientada entre los años 50 y 70 en Estados Unidos, es un alegato descarnado sobre la vida moderna, que ya había sido adelantado por Edward Hooper en su obra una década antes.

El personaje de Don Draper es un arquetipo de macho alfa, triunfador en los negocios, implacable cuando tiene que serlo, narcisista, manipulador, autoritario, machista, egoista, perverso, y con una imagen impertérrita de seguridad frente a todos.

En un momento de la sexta temporada, tiene un affair con su ex mujer, y en la cama le pregunta él a ella «…Porqué el sexo es la definición de estar cerca de alguien?…Para mí no significa tanto…»

Y lo dice un personaje que en el trascurso de la serie se casa dos veces, siendo infiel a ambas esposas, y acostándose con todo aquello que lleve faldas (es tan pagado de sí mismo que le es infiel a su segunda mujer, con su primera mujer, a la que le había sido infiel hasta la extenuación).

Pero tras esa imagen del perfecto hombre de éxito, se esconde un hombre enormemente frágil, incapaz de amar a ninguna mujer, incluso reconoce que le cuesta querer a sus hijos, inseguro, cobarde (pasa toda su vida huyendo de su pasado), torturado y profundamente sólo e insatisfecho, oculto tras una sempiterna botella de alcohol

En otro momento de la 6ª temporada le reconoce a su 2ª esposa «Me he dado cuenta que he perdido el control, el control de mí mismo». Que tire la primera piedra quien en nuestro mundo de hoy en día no haya dicho esa frase al menos una vez. Yo perdí la cuenta de las veces que la he dicho.

En la mayor urbe del mundo en esa época, Nueva York, un puñado de personajes insatisfechos, solitarios e incluso patéticos, buscan un sentido a su «perfecta» vida, que se empeñan en destrozar sistemáticamente.

En la misma temporada, otro personaje le confiesa a su amante al dejarla, «Necesito empezar de nuevo…no puedo seguir así…el mundo de ahí afuera, necesito aferrarme a ellos (su familia) o me perderé en el caos…»

La mejor frase que define la torturada vida de Don, la pronuncia su ex cuando tiene el affair con ella, los dos abrazados en la cama, y él durmiendo, ella le susurra (refiriéndose a su 2ª mujer) «…todavía no sabe que quererte es la peor forma de llegar a tí…»

En el fondo de mi corazón malherido e insatisfecho, siempre he pensado eso mismo de la gente que me ha querido. Es un triste epitafio para mi vida, pero tan real como la soledad de este jodido mundo. Yo también me he quitado la armadura ya…